Los representantes de las 20 economías más fuertes del mundo, se reunirán el próximo mes en México para discutir los avances que sus inventos de saquear al planeta están dejando, nos referimos a la destrucción de los recursos naturales que el imperio provoca para llenar los bolsillos de los que destruyen la vida.
En el caso del presidente mexicano, está más interesado en aspectos puramente de ingresos para su país que en ver los daños que sufre la humanidad a causa del exterminio de los recursos naturales que se provocan para mantener las economías.
La economía es la que más interesa a los gobernantes, dejando de lado los intentos que se realizan por cambiar el calentamiento del planeta y la voluntad que puedan tener para que en el marco de la décima sexta Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP-16) puedan hacer, y antepongan sus intereses dando muestras de querer que este planeta nos siga dando la oportunidad de vida.
Todos sabemos que lo que provoca el calentamiento de la tierra son los gases de efecto invernadero, producto de la revolución industrial que según entendidos en la materia se produce con la implementación del modelo económico neoliberal durante los últimos 40 años.
Naturalmente que los países desarrollados son los que más han propiciado este fenómeno, al ser los propulsores de la explotación minera, transculturización de los pueblos en vías de desarrollo, explotación de combustibles fósiles, colonización de territorios, extermino o modificación de la biodiversidad. Lo que indica que el calentamiento tiene responsables y son los países desarrollados, y desde luego, tiene que haber alguien que pague esos costos, naturalmente son los países y pueblos pobres los que sufren con mayor ímpetu esas consecuencias.
Los países ricos tienen una deuda histórica con los gobiernos y pueblos pobres en materia ecológica, no se trata de darles dinero o comprarlos con unos dólares, al contrario se trata de garantizar la vida de las futuras generaciones con la construcción de políticas que privilegien la agricultura campesina como la opción más racional que el planeta demanda, dicho de otra forma es el momento de salvar el planeta para salvar las vidas.
La única forma de pagar a los pueblos pobres por el daño que han causado es reduciendo las emisiones drásticas y mitigando de forma frontal los cambios que han producido, propiciando los espacios para la creación de una política universal de soberanía alimentaria para el libre desarrollo equitativo de los países, con la transferencia sustancial de fondos para enfrentar los costos de adaptación.
Por lo que esperamos que los gobiernos que participaran de la décima sexta Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP-16) tomen en cuenta las resoluciones que arrojara la cumbre de los pueblos de Cochabamba, Bolivia
El Acuerdo de los Pueblos de Cochabamba es el producto de los esfuerzos de colaboración de más de 35.000 participantes en la Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el cambio climático y los Derechos de la Madre Tierra, celebrada del 20 al 22 de Abril en Bolivia. La Vía Campesina envió a 300 delegados internacionales y a 3.000 delegados de Bolivia a la Conferencia, que fue convocada por el presidente Morales tras la reunión de la CMNUCC en Copenhague en diciembre pasado, y que tuvo muy pobres resultados los que además no se ejecutan por los gobernantes.
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Buen aporte
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